viernes, 23 de abril de 2010

Datos personales en riesgo

José Cárdenas publica hoy (23-abril-2010) un interesante artículo en el Universal, en el cual señala que tenemos un montón de registros personales y que toda esa base de datos ha parado en manos de la criminalidad, presentándose con ello el problema de la indiscrecionalidad de los datos personales. Digo yo, violándose un derecho humano: el de la confidencialidad de los datos personales.

Y es verdad, resulta que recienetemente se descubrió que por 12 mil dólares es posible obtener en Tepito, por ejemplo, toda la base de datos del Instituto Federal Electoral, es decir, los datos elementales de ciudadanía de más de 60 millones de mexicanos. ¿Se imaginan ustedes el uso que se le puede dar a semejante información? Es terrible pensar que esos datos seguramente ya están en manos de grupos delincuenciales.

Si la confidencialidad es un derecho establecido por la ley y ese derecho no está protegido, entonces de que diablos sirve el registro jurídico, es posible que sólo tenga la utilidad para decir en diversos foros que nosotros ya hemos incorporado esta institución a nuestro marco jurídico y que con ello hemos hecho crecer la lista de derechos fundamentales y que debemos sentirnos orgullosos con ello, ya que así ampliamos el espectro de la democracia.

Pamplinas, porque un derecho es tal sólo cuando tiene los medios para su aseguramiento y es obvio que en este caso tal aseguramiento no se dió, pese a que se trata de información altamente clasificada y personal, la cual sólo puede utilizarse por el Estado cuando sea estrictamente necesario para poner en movimiento otros derechos, por ejemplo, la lista de votantes; también para asegurarse del número y características de los contribuyentes, y así por el estilo.

Si como ciudadanos somos poseedores de derechos, el Estado tiene la ineludible obligación de asegurarlos. De nada sirve, como ya se ha dicho, tener derechos -la secrecía de los datos personales- sí ésta no se ha asegurado debidamente.

Se ha informado que la Procuraduría de la República investiga ya este caso. Lamentablemente de poco servirán sus pesquizas, porque seguramente los datos ya están en muchas manos privadas que le darán uso indebido. ¿Se castigará a quienes han omitido su derecho de preservar dichos datos? También lo dudo. Los criminales no sólo son quienes compraron indebidamente la base de datos, sino también quien permitió sustraerlos del sistema que es estrictamente estatal.

Recientemente se creó el Renaut -Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Celular- más del 80 % registró los datos que la autoridad nos pidió, hubó resistencias y dudas, se habló mucho de la necesidad del registro, los mexicanos obedecimos la instrucción por temor a quedarnos sin línea telefónica y ahora resulta que surge la posibilidad de que esos datos estrictamente personales también estén en riesgo de ser conocidos por la delincuencia. Que bonito.

México tiene un historial justificado de desconfianza a sus autoridades, el 80% de las víctimas no denuncia el delito sufrido y no lo hace por que no cree en la autoridad. La desconfianza mata las buenas intenciones y ante tanta desconfianza justificada por la mala actuación de la burocracia y la clase política ha hecho que sea muy cierta la frase de que México es un Estado fallido.

No hay comentarios:

Powered By Blogger