lunes, 15 de febrero de 2010

CRISIS DEL DERECHO

Hasta Los teóricos de la filosofía política italiana señalan que vivimos en un mundo dominado por la corrupción. Ferrajoli indica que este es un elemento negativo dentro de la crisis del Derecho.
Y en verdad que el Derecho está en una profunda crisis, sobre todo en México. La aplicación de la ley depende de ciertas variables, las que, si no inciden en la estructura política del sistema entonces hay probabilidad de que impere el Estado de Derecho, si a la inversa las variables no se dan, predominará la política y sus intereses sobre las formas jurídicas.

Este fenómeno por supuesto que no es nuevo, la historia nacional es basta en ejemplos en los cuales la aplicación estricta del Derecho cede ante los intereses de la política. Tal parece que la construcción del modelo jurídico sólo es útil para cubrir apariencias y para defender o asegurar los derechos, sobre todo, de la clase propietaria. Este modelo, sobre todo con las reformas neoliberales, tiende precisamente hacia ese destino. Pero si a ello aunamos la debilidad creciente del sistema político derivado por la ausencia de liderazgos creíbles, de un programa sólido de nación y de una crisis económica que tal parece que llegó para quedarse desde la instauración declarada del neoliberalismo y del avance de la debilidad de las instituciones políticas, entonces tenemos un caldo de cultivo idóneo para la crisis del Derecho y la proliferación de la corrupción no sólo en los procedimientos de aplicabilidad de la norma, sino también, en los propios de la vida social con la recurrente caída del esquema de valores que toda sociedad debe preservar.
Ante un modelo jurídico que sólo cubre ciertas apariencias de legalidad –especialmente de aquellos que permiten la sobrevivencia del sistema-, se traduce en una debacle del proyecto democrático, aún cuando en éste se persista en la regla de la mayoría en los procesos de elección de los mal llamados representantes populares.

Considero, que en primera instancia este es un problema de conciencia. En México al carecerse de un proyecto de vida nacional y constatar como la legalidad se supedita al interés de unos pocos, la decepción marca su territorio triunfante lo cual incide ya no en las soluciones colectivas sino sólo en las meramente individuales, reinando así el egoísmo como una forma de afrontar los problemas colectivos y por supuesto los individuales.

La pérdida de conciencia colectiva es tierra fértil para la corrupción en todos sus niveles. Por eso debemos retornar a los valores que nos hicieron sólidos como colectividad en varios momentos de nuestra historia; si esos valores –no todos- merecen una nueva reinterpretación a la luz del mundo en que vivi8mos habrá que hacerlo para construir así un nuevo gran acuerdo nacional que nos pueda trasladar a senderos diversos a los que estamos hoy día.

El Derecho en este sentido juega un papel importante, ya que el respeto a la norma que nosotros mismos nos demos, hará como bien dice Ferrajoli, que la crisis del Derecho se solucione a través del Derecho mismo.

No hay comentarios:

Powered By Blogger