viernes, 25 de noviembre de 2011

Entrevista Fallida

La entrevista de ayer (23-nov-011) al aspirante y seguro candidato del PRI a la presidencia de la república Enrique Peña Nieto, despejó algunas dudas inherentes a su personalidad y su posible proyecto de gobierno.

Fue en Foro Tv y los principales entrevistadores fueron muy condecendientes en sus preguntas y cuestionamientos. La justificación de la entrevista fue la presentación de un libro (con una portada digna de un libro de poemas), del citado aspirante, en el cual establece tanto un proyecto específico para este país como sus posturas para resolver los problemas que nos atañen.

Paradojicamente en la primera pregunta hecha por Leo Zukermann el aspirante no supo responder; se trató de una pregunta básica para todo político que aspira a una candidatura presidencial. Leo, palabras más, palabras menos, lo inquirió sobre el modelo a seguir para poder abordar los problemas nacionales. No supo que contestar o no quizo comprometerse con ninguno, señaló que México es una realidad específica (gran descubrimiento) y que en base a ello hay que presentar propuestas para tratar de abatir los problemas. O sea, que somos según su visión un caso único en el concierto de los paises occidentales.

Esta tesis de modelo único diverso a los demás simplemente no existe. O estás con la implementación de un modelo liberal en su sentido más puro o marcharás por una social democracia, que son según creo, las únicas dos vías posibles para un Estado-Nación como el nuestro. ¿Porqué no comprometerse con una postura, cualquiera que esta sea? ¿Cual es el miedo a la definición ideológica? ¿Acaso no los gobernantes de América Latina, por ejemplo, han puesto ante sus pueblos sus respectivos modelos a seguir independientemente de sus éxitos o fracasos? La indefinición ideológica deja sin contenido a las posturas derivadas de la implementación de sus políticas públicas. Denota un temor ¿Ante quien? ¿Ante el adversario político? ¿Ante la posible crítica de quienes deseamos definiciones del modelo a seguir?

Los entrevistadores -el ya citado Leo, Jorge Castañeda, Héctor Aguilar Camín y Julio Tellez, preguntaron a modo y le pusieron de "pechito" las posibles respuestas, lo extraño es que como "académicos" que dicen ser y como miembros del "circulo rojo" no hayan insistido en las definiciones ideológicas del pretenso aspirante a presidente.

Me deja mal sabor de boca este evento, no cambia mi opinión respecto a Peña Nieto y tampoco de la actitud de quienes lo entrevistaron. Se repite una vez más el sempiterno carácter nacional de que ante quien tiene el poder o lo puede tener en demasía, lo mejor y conveniente es bajar la cerviz.

martes, 15 de noviembre de 2011

Estado fallido y ciudadanía

En varias ocasiones he manifestado que México es un Estado fallido. Entendiendo por Estado fallido aquél que no puede o no quiere cumplir con las obligaciones y tareas básicas que justifican su existencia, tal y como es la seguridad pública.

Lo anterior no significa que el Estado como organización política no exista o que su viavilidad sea completamente nuela. Lo que se pretende significar es la escasisíma efectividad de las instituciones políticas a la hora de ejecutar sus cargas de trabajo. El Estado existe, sí, pero no funciona como debiera de hacerlo tal y como lo establece la constitución.

El parámetro para medir la eficacia estatal no puede estar sujeta a deliberaciones subjetivas, sino que tiene que observarse el cumplimiento cabal de las funciones y atribuciones que el marco legal le asigna y éste está constituido por la constitución, la cual es el pacto social manifestado el leyes al cual todos debemos respetar. En este sentido, en dicho marco se establecen las prescripciones legales para que, en materia de seguridad, se cumpla lo establecido, y sin embargo en este tema como lo puede ser también en otros la efectividad no es la que los ciudadanos esperan para poder vivir en paz.

Es verdad que las instituciones de seguridad existen tanto en su aspecto formal como material; todos los días sentimos su presencia, la clase política discute su pertenencia, se reforman o crean leyes para su mejor funcionamiento pero los resultados son nimios. El gasto presupuestal es harto y en los medios de comunicación se nos atiborra de promesas que a la larga o a la corta resultan sólo expectativas de buen funcionamiento. Ante la espantosa realidad las instituciones encargadas de la seguridad resultan ineficases ante el drama que representa el crimen que agobia cada vez más la conciencia ciudadana. Para salir de este atrolladero el Estado debe reconocer que ha fallado. Que sus estrategias no han sido las mejores.

De nada sirve el discurso ditirámbico cuando los resultados nos dicen otra cosa. Nadie puede elogiar la locura aún cuando el elogio sea para confundirnos, pero ya casi nadie cae en ese garlito, la verdad no puede ocultarse sólo con los discursos. El Estado ha fallado, el miedo se apodera de muchos pero siempre hay una salida, siempre se tiene la oportunidad de cambiar el estado de cosas. Si la organización política falla en detrimento de los gobernados, son precisamente estos quienes tienen el poder de hacer cumplir la ley. El rescate del poder público no es una quimera, la historia así lo ha probado muchas veces. Lo primero que se tiene que hacer es el rescate de la conciencia ciudadana; con ciudadanos de alta intensidad todo cambio es posible, en el caso mexicano difícil, pero probable. Espero que esto suceda más pronto de lo posible. Al tiempo.
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